España ha ratificado recientemente el Convenio de Santiago de Compostela sobre la lucha contra el tráfico ilegal de órganos, abierto para firma en la ciudad gallega en el año 2015. Con esta nueva ratificación, España refuerza su contribución a la lucha contra este delito y continúa desarrollando al marco jurídico del Consejo de Europa acorde con su compromiso con esta organización de referencia en materia de derechos humanos. Según explica la Organización Nacional de Trasplantes, ONT, España fue, junto a otros 14 países, uno de los primeros firmantes y jugó un papel decisivo en la elaboración del documento. De hecho, el Convenio se elaboró en respuesta a un estudio promovido conjuntamente por el Consejo de Europa y Naciones Unidas del que fue autora la ONT y donde se concluía la necesidad de desarrollar un tratado internacional específicamente diseñado para combatir el tráfico de órganos.
El Convenio obliga a los estados a tipificar como delito la extracción ilícita de órganos humanos y su uso para trasplantes o para otros fines, y otras acciones relacionadas. Además, incluye medidas para la protección de las víctimas y para la prevención del delito, como la necesidad de asegurar la transparencia de los sistemas nacionales de trasplante y el acceso equitativo a esta terapia. También incluye disposiciones para el fomento de la cooperación internacional y representa la oportunidad de lograr una acción concertada a nivel mundial mediante la armonización de las legislaciones nacionales.
Cada año se realizan entre 140.000 y 150.000 trasplantes en el mundo, de acuerdo con los datos que gestiona la ONT por designación de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La OMS calcula que entre un 5 y un 10 por ciento de estos trasplantes resultan del tráfico de órganos. Este delito ocurre normalmente en el contexto del turismo de trasplante, en el que pacientes de países ricos o con minorías ricas se trasplantan en países en vías de desarrollo con órganos ilícitamente extraídos de los sectores más vulnerables de la población.
A través de un sólido programa de cooperación internacional, la ONT colabora con países de los cinco continentes difundiendo el Modelo Español de Donación y Trasplante, su fórmula de éxito para asegurar el acceso de los pacientes a la terapia del trasplante y, por ende, para abordar la causa raíz del tráfico de órganos. España también ha participado activamente en el desarrollo de documentos clave en la lucha internacional contra este delito, como la Resolución de Madrid para el logro de la autosuficiencia en trasplante, la Declaración de Estambul sobre el tráfico de órganos y el turismo de trasplante, la Resolución 73/189 de Naciones Unidas para reforzar y promover medidas efectivas y la Declaración sobre la Responsabilidad de los médicos en la prevención y la lucha contra los delitos relacionados con los trasplantes, recientemente adoptada por la Asamblea Médica Mundial.