Todas las donantes reciben información oral y escrita sobre la extracción, conservación y transporte de la leche.
Básicamente, una vez alimentado tu bebé, puedes extraer más leche para rellenar los recipientes, los cuales se tienen que guardar congelados.
La leche recibida se mantiene congelada hasta su procesamiento. En ese momento, se somete a pasteurización y se analiza para garantizar su calidad y seguridad, siguiendo las guías internacionales. Una vez procesada, la leche materna se conserva debidamente etiquetada en las condiciones idóneas hasta su envío a los hospitales, la cual será administrada bajo prescripción médica a los bebés que la necesitan.