Las innovaciones en el tratamiento mejoran la calidad de vida del paciente hemofílico en la última década

El notable avance en el tratamiento de la hemofilia que se ha producido durante los últimos diez años ha sido uno de los puntos destacados en el simposio ¿Cómo repercuten los actuales avances médicos en las portadoras de hemofilia?, celebrado en el marco del programa del XXXVI Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH), que este año se ha celebrado en formato virtual, junto con el LXII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH). Según ha destacado el Dr. Saturnino Haya, especialista de la Unidad de Hemostasia y Trombosis del Servicio de Hematología del Hospital Universitari i Politècnic La Fe, de Valencia, y coordinador del encuentro, “estos cambios han supuesto una mejora en las expectativas y la calidad de vida de los pacientes”.

El objetivo del Simposio ha sido analizar la evolución del tratamiento del paciente hemofílico, así como las perspectivas terapéuticas que llegarán en un futuro cercano, ha explicado el experto. La hemofilia es la enfermedad hemorrágica congénita con mayor expresión clínica. La incidencia de la hemofilia se sitúa en torno a uno por cada 5.000 varones. Si no hay intervención, esto es, de forma natural, dos de cada tres personas con hemofilia procederían de familias con antecedentes y uno de cada tres aparecerían de novo, por nuevas mutaciones en familias sin antecedentes. En las últimas décadas el porcentaje de los casos de novo ha sido claramente superior a los casos con antecedentes en hemofilia grave. “Esta tendencia, en gran parte, estaría justificada por la mejora en los diagnósticos de portadoras, así como del asesoramiento genético”, ha resaltado el Dr. Haya.

Por otra parte, en el evento también se plantearon las novedades en cuanto a los trastornos plaquetarios, tema abordado por el Dr. José Mª Bastida, del Servicio de Hematología, Unidad de Trombosis y Hemostasia, del Hospital Universitario de Salamanca. “Los trastornos plaquetarios son un grupo heterogéneo de enfermedades raras de origen genético que pueden predisponer al sangrado, pero también a enfermedades sistémicas como insuficiencia renal, fibrosis pulmonar, sordera, infecciones, incluso algunos de ellos a cáncer hematológico”, ha comentado este especialista, quien ha explicado que “los trastornos plaquetarios son difíciles de diagnosticar”.

Durante este simposio también se han tratado las novedades en anticoagulación en el paciente frágil, el tratamiento de las emergencias trombóticas con afectación sistémica y el manejo antitrombótico en la COVID-19. La Dra. Tàssies ha comentado que el paciente anciano con fibrilación auricular suele presentar comorbilidades que pueden dificultar la decisión de iniciar un tratamiento anticoagulante. Además, una gran parte de las recomendaciones de las guías no son aplicables al paciente mayor, ya que se basan en estudios que excluyen pacientes geriátricos. “La toma de decisiones terapéuticas en el paciente mayor con fibrilación auricular debe basarse en la valoración geriátrica integral, que nos ayudará a establecer la estrategia terapéutica de la que más pueda beneficiarse el paciente”, comentó el Dr. José Guitiérrez del Hospital Monte Naranco de Oviedo.

Respecto a la pandemia, la Dra. Dolors Tàssies ha indicado que “todos hemos tenido que aprender rápidamente y de una manera multidisciplinar la mejor manera de tratar a los pacientes”. Los fenómenos trombóticos son una complicación frecuente en el paciente COVID-19 ingresado. En la actualidad se sabe que la profilaxis antitrombótica o un adecuado tratamiento de la trombosis, cuando ésta sucede, es esencial en el manejo de los pacientes con COVID-19, y así lo ha explicado en su intervención el Dr. Pascual Marco, del Hospital Universitario de Alicante.