Descenso de nuevos diagnósticos de cáncer durante la primera ola de la pandemia

La primera ola de la pandemia ha supuesto un descenso tanto en el número de nuevos diagnósticos como en el inicio de nuevos tratamientos en la población con cáncer, debido, en la mayor parte de los casos, a la suspensión de la actividad asistencial y a la disminución del número de diagnósticos ante el temor por parte de los pacientes a acudir a sus centros hospitalarios. Esta es la primera conclusión que puede extraerse del primer estudio con datos multihospitalarios para cuantificar la magnitud del impacto de la primera ola de la pandemia en los pacientes oncológicos y oncohematológicos.

El estudio ha sido realizado conjuntamente por las sociedades científicas que agrupan a los profesionales sanitarios que atienden a pacientes con cáncer como son la Sociedad Española de Anatomía Patológica (SEAP), la Sociedad Española de Enfermería Oncológica (SEEO), la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR) y la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) y pretende ser una primera fotografía de lo que ha supuesto la pandemia en la atención hospitalaria a los pacientes con cáncer.

Ramón Reyes, presidente de la AECC, señala “que era necesario tener estos datos para calibrar el impacto sufrido por los pacientes en el ámbito hospitalario, tener una idea muy clara de qué es lo que se necesita para que las siguientes olas los pacientes con cáncer no se vean relegados y para prever las necesidades de atención que habrán generado los retrasos de los diagnósticos en la primera ola”. Por su parte, la doctora Mariluz Amador, directora médica de la AECC y coordinadora del estudio, señala que “la idea era tener los primeros datos cuantitativos generales sobre el impacto de la pandemia en los pacientes con cáncer en España en el ámbito hospitalario, y para ello se ha analizado la actividad en distintos servicios que atienden a estos pacientes durante los meses de marzo a junio comparándolos con el mismo periodo de tiempo del año anterior”.

Las primeras conclusiones del estudio señalan que durante los meses de confinamiento hubo menos actividad diagnóstica, menos pacientes nuevos, pero más atención telefónica. En este sentido, se multiplican casi por tres las consultas de seguimiento hechas telefónicamente y se produce un descenso de alrededor de un tercio en las consultas presenciales respecto a 2019. Durante el mes de junio las consultas presenciales vuelven a los números de 2019. En este aspecto, el presidente de SEOM, Dr. Álvaro Rodríguez-Lescure matiza que “hay que priorizar la vía telefónica, siempre que esto no suponga un perjuicio en la atención de los pacientes, y organizando siempre las pruebas complementarias pertinentes y siguientes revisiones. Hay que tener en cuenta que la telemedicina en cáncer no puede ser una estrategia a largo plazo ni constante. Probablemente sea una herramienta para aquellos pacientes en situación muy estable en los que se pueda alternar la visita presencial y telefónica o para aquellos pacientes que tan solo requieren un resultado puntual tras una visita presencial”.

En cuanto a las nuevas consultas, se observó que el número de pacientes nuevos decreció un 21% con relación al mismo período del año anterior, siendo la mayor caída los meses de abril y mayo con un 32% menos que en 2019. El número de pacientes atendidos en hospitales de día desciende una media del 14%, mientras que el número de pacientes que reciben tratamiento con quimioterapia desciende una media de un 9.5%.